martes, 16 de octubre de 2018

El lugar de la Paz




Cuando era niño corría hacia el sofá perseguido por mi padre, cuando llegaba, de un salto me subía y gritaba la palabra ¡Salvo! hoy me pregunto, ¿A salvo de qué? salvado de no perder en ese juego, claro está.


Hoy las persecuciones son diferentes, los problemas a veces son maremotos y me veo rodeado de circunstancias que no está en mi mano ni en mi poder resolverlas, situaciones que me superan. Por esto mismo este último año he dedicado mucho tiempo a buscar ese sofá, ese salvo. Desde esta búsqueda he llegado a una pregunta clave ¿qué es tener Paz?

La respuesta es concreta, apisonadora. frases como "Descanse en Paz", o "Hacer las paces" cambian totalmente de sentido y es que Paz ha dejado de ser "no tener problemas" para ser "Armonía". Una armonía que viene de una presencia inimaginable, porque no cabe en ninguna imaginación, una presencia que solo es creíble porque lo más que se puede hacer frente a ella es creer. 

Cuando era niño, si me acompañaba una persona respetada y fuerte iba tranquilo, nadie me podía hacer nada, estaba protegido. Eso mismo he visto en mi reflexión de este año. ¿Quién sabiéndose protegido y acompañado por aquel que le ha creado, amado y salvado desde su Poder, Justicia y Amor plenos, puede perder su Paz? 

La única paz real es la de estar y saberse acompañado en las manos de Dios. 

jueves, 15 de febrero de 2018

Cuando me rompes el espejo



A veces un espejo es capaz de cambiar totalmente el paisaje de lo que se está mirando. Quizás el problema venga cuando solo nos refleja a nosotros. Nos olvidamos de mirar lo que nos rodea para buscar nuestro rostro, nuestros rasgos. Suele ocurrir que estamos tan enfocados en nosotros que tenemos la mirada desenfocada para el mundo que nos rodea.

Es entonces cuando aparece un desconocido y empieza a hablarte de dones. Te dice con una frase muy simple "lo interesante es descubrir que todo es don". Ves el espejo romperse y reflejar el cielo y el suelo, reflejar la luz y la nada. Las preguntas irrumpen como en una explosión descontrolada. Un terremoto silencioso te invade todo el cuerpo, como un escalofrío, y te preguntas ¿dónde estoy? ¿cómo he llegado hasta aquí?

La respuesta quizás deba sedimentar un tiempo, días, meses, años... algún día estaremos preparados para asumir esta afirmación/información. Porque decir que todo es don es decir que incluso mi propia vida ha sido donada, regalada. Quizás sea más fácil entender la palabra don como "regalo" porque coinciden en muchas cosas. Ambos son inmerecidos e inesperados. Ambos nos plantean una nueva posibilidad, nos abren un pequeño mundo que hasta entonces estaba cerrado. incluso en ambos está el peligro de acostumbrarnos tanto a ellos que nos olvidamos de quién nos lo ha dado/regalado.

La diferencia puede que sea en que el don nos encamina siempre a la madurez, a la plenitud, mientras que el regalo a veces puede ser un espejo.

Lo interesante es descubrir que todo es don

jueves, 23 de febrero de 2017

La pasividad, una sequedad provocada



Cerramos los ojos cuando no entendemos algo, no queremos vernos minúsculos, preferimos decir "no estaba mirando" El orgullo nos ciega y no sabemos reaccionar a favor de la situación. Nos enfadamos por tonterías y nos embarcamos en viajes sin retorno, viajes de mareas y tempestades, sin ruta ni rumbo. Viajes que en realidad son pérdidas de tiempo.

Qué claro está todo en la oscuridad. Sabes que no ves, estás cómodo, porque te dices "ver no depende de mi" te asientas y no necesitas moverte. En cambio en un lugar con luz, donde todas las aberraciones se hacen visibles tendemos a mirar hacia otro lado. Ante la pesadez de la injusticia participamos de ella riéndonos, o callándonos, mirando nuestro "bien" nos hacemos mucho daño. Hay un refrán que dice "no hay peor ciego que el que no quiere ver" yo diría otro, no es un refrán "no es más ciego el ciego por cerrar los ojos"

Creo que para vivir plenamente nuestra historia necesitamos conocerla y participar de ella, la miseria no tiene el poder de convertirnos en miseria, aunque a veces lo pensemos. alguna vez ocurre que desde la expresión "yo podría hacer algo" hay gente que lo hace. Esta acción irrumpe en el mundo como la luz en una bombilla. Todo lo que estaba apagado de pronto se puede ver, los mosquitos intentarán tapar la luz pero esa luz no es manipulable. Se ha encendido desde una respuesta a una llamada que es más grande que el problema, una llamada a la justicia, a la caridad, al perdón, al amor. Esa respuesta depende de tí y de mi, de aquello que estamos dispuestos a dar cada uno por los demás, por nuestro mundo y por Dios, el bien supremo. Es una respuesta nuestra, tuya y mía, pero no es una acción masoquista ¡ni mucho menos! 

Una vez encendida la luz la habitación tiende a ordenarse. Descubriremos que todo lo que hagamos será poca cosa, que no estamos consiguiendo nada, pero no es verdad, no nos dejemos atrapar por los mosquitos. El primer fruto es nuestra propia luz.

martes, 26 de abril de 2016

Lo que te hace grande





Esta canción puede referirse a cualquier persona, no la considero una canción didáctica o de auto-ayuda, pero si muy sugerente. ¿Que es lo que te hace grande? 

Puede que lo que te haga grande es el poder resistir una tormenta o el superar aquello que se te ha hecho grande, puede que sea el haber sido capaz de no superarlo. Puede que eso que te hace grande no entienda de cómo y porqué. "tal vez lo que me hace grande es tenerte delante otra vez". Hay algo que te hace grande, pero no se lo que es. "No se lo que te hace grande, no entiendo de cómo y porqué" Y ciertamente es verdad. Se que eres grande, pero no soy capaz de entenderlo. Se que soy grande, pero tampoco lo entiendo.

Al hablar de la Gran Historia se esclarece un poco ésto. Puede que salgamos de la lectura de "grandeza" de la canción, pero no salimos del hecho de que eres grande. Y no, la respuesta no es "eres grande porque participas de la Gran Historia" y tampoco comparto aquella afirmación de la canción "tal vez lo que te hace grande no entienda de cómo y porqué", creo que lo entiende totalmente. No eres grande por tus virtudes o tus características, por tus pocos defectos o tus acciones acertadas... Lo que te hace grande es la Grandeza. Eres grande porque eres tú, tal y como eres, tal y como has aparecido en este mundo. 

No eres un esclavo de la historia. La historia es un reflejo de tu vida y de la de los otros, personas que son ellas mismas y viven desde ellas mismas. La Gran Historia se escribe desde personas sin caretas, desde la autenticidad, desde el ser grandes. 

La verdad, no se lo que te hace grande, a lo mejor no es difícil de ver, puede que solo necesite mirarte.


martes, 1 de marzo de 2016

Hablar sin voz



A toda historia le precede una hoja en blanco, el primer momento es siempre de incertidumbre, desconcierto, pregunta. Esto sucede en todas las historias inventadas que algún día se escribirán pero es que en la Gran Historia pasa algo parecido, antes de que se escriba ha pasado por otra historia muy concreta. Una historia íntima, personal. El protagonista principal de esta historia es siempre el mismo, pero esta historia pertenece a la humanidad.

Toda acción significativa que ha participado positivamente en la Gran Historia ha pasado por este desfiladero. Es más, ha hecho de esta semilla un gran roble. Hablo de la oración. Cualquiera puede preguntar ¿qué tiene que ver la oración con La Gran Historia? diría que es su camerino, su trastienda o los bastidores. Creo que es eso que permite que la Gran Historia deje de ser un concepto para que sea una vivencia. Desde la oración uno puede descubrirse a sí mismo sin apariencias y así vivir aquello para lo que vive. Sin resquebrajamientos interiores.

No nos engañemos, en la oración no se nos propone pequeñas misiones para completar. La manera de transformar la historia es más sutil. La Gran Historia se construye a base de protagonistas dispuestos a vivir su vida con sinceridad, que beben de la gran fuente y dejan traslucir su agua cristalina. Personas que han encontrado lo que nunca hubiesen podido buscar y que ahora, maravillados, no quieren abandonarlo.

La gran Historia es fruto de un gran diálogo entre cada uno de nosotros y Dios, un dialogo silencioso, contemplativo o reflexivo. Un diálogo sembrado en el silencio apacible. Es aquí donde la admiración se supera a sí misma y crece, donde lo translúcido se vuelve opaco y aún así deja pasar más la luz. ¿Cuantos diálogos así habrán habido a lo largo de los siglos? deben de ser infinitos y los seguirá habiendo porque "todo el que es de la verdad escucha mi voz".

Para llevar adelante la Gran Historia necesitamos de este diálogo personal, solo así nuestra vida será nítida, esclarecedora. De esta manera hablaremos aunque no tengamos voz y desde algo tan simple como la propia vida haremos historia.

lunes, 22 de febrero de 2016

4º. Lo sorprendente de lo conocido

Ayer  me ocurrió algo muy extraño. No sé explicarlo del todo. Creía que ya me había acostumbrado a la vida en el bosque, que entre tantos sonidos no podía descubrir nada nuevo. Todo lo que en su día me asustó o me tenía intrigado como el ulular de una lechuza o el movimiento de las hojas ahora son sonidos familiares, sonidos casi omitidos, ni me asustan ni me impresionan.

Ayer, no sé porqué, mientras comía, me dio por escuchar a un jilguero que cantaba desde alguna parte. Escuchándolo cambió todo lo que veía. Aquello que eran siluetas de árboles se volvieron hojas y ramas, la hojarasca del suelo dejó de ser un manto presente para ser un montón de pequeñas partes de una gran alfombra. No sé decirlo de otra manera, ayer descubrí que "veía". No hacía otra cosa que ver.

Lo escribo porque no quiero olvidarme nunca de esta sensación. Ayer descubrí que todo lo que me rodea, me rodea de manera completa. Me di cuenta de porqué un biólogo puede dedicar 8 años de su vida a estudiar la estructura de un ala de una abeja, o un pintor relajarse ante una montaña. Ayer aprendí a mirar de una manera especial. Podría decir que ayer contemplé una parte de lo que estaba viendo. Ojalá hoy pueda repetirlo.

Popotnik

martes, 2 de febrero de 2016

Los charcos de fango



Hay miradas que abarcan todo y miradas que se hacen desde los ojos cerrados. A veces mirar es difícil y ver es casi imposible. Vemos que en nuestra historia, en nuestro mundo hay traumas y males, no todo es maravilloso, el dolor en si mismo es un mal. La pregunta por el mal en el mundo no tiene una respuesta concreta, además, intentar contestarla es banalizar la pregunta. ¿Cómo encaja el mal en la Gran Historia? No tengo una respuesta certera. Es una historia pensada desde el principio, que sabe que acabará bien, pero que, por algún motivo, zigzaguea entre un charco de fango. Esta Gran Historia no es un cuento, ni siquiera un proyecto. Es una realidad que a veces, para intuir un buen final, parece que solo cabe imaginar una aparición mágica.

San Irineo habló de la recapitulación en la que Cristo "El nuevo Adán" reconduce al hombre hacia Dios y Dios, mediante él, ha restablecido su plan primogenio, original, de salvación para toda la humanidad. Para él esta recapitulación se da también a lo largo de nuestra historia, porque Cristo sigue presente en nuestros días como cabeza de la Iglesia por lo que la obra de salvación de Dios continúa aún hoy construyéndose.

Esta Visión es sorprendentemente llamativa. Es difícil explicar cada uno de nuestros dramas actuales y decir que en realidad se están recapitulando. Ha llovido mucho desde Irineo y la realidad no ha cambiado. Tenemos muchas novedades, más comodidades, más distracciones, más recursos... pero nos mantenemos en la misma realidad, la misma Gran Historia. Desconozco si la respuesta a los desastres y los males del mundo son comprensibles de alguna manera, pero hay algo de verdad en que si cerramos los ojos, si evitamos el dolor, sin querer ver lo que nos rodea, nos estamos encerrando en un mundo sin preguntas; un mundo sin respuestas.

jueves, 21 de enero de 2016

Eres precioso



La palabra precioso a simple vista no encaja en ningún sitio. No estamos acostumbrados a valorar algo sin compararlo con otra cosa. Esta palabra la hemos relegado a terminología general "materiales preciosos" y poco más, a veces se la dedicamos a algún paisaje, a una casa, a un cuadro... 

Hay quien tilda de cursi a todo aquel que emplea palabras alagadoras, muchas veces acierta. Pero hay que considerar también que la cursilería desaparece cuando la dosis de realidad es adecuada. Cuando con la palabra empleada se está expresando aquello que la realidad merece o dice de sí misma.

 Por esto decir aquí, "eres precioso" no es violentarte, ni es intimidarte. Es ser sincero, desde la honestidad. No eres precioso porque seas una gran persona o porque bajes la basura cada día o te acuerdes de tirar de la cadena. Lo que te hace precioso no es nada de eso. Tu precio no viene del compararte con otras personas. Eres precioso porque formas parte de tu propia historia y de La Gran Historia. Eres precioso porque todos tus agobios, sufrimientos, catástrofes, logros o anécdotas son las herramientas que pueden edificar la mejor de las historias, la vida. Esta no tiene porqué ser entusiasta o monótona. La Gran Historia me enseña esto, eres precioso porque eres Tú. Y solo seguirás el proyecto de la Gran Historia cuando entres en lo más profundo de ti, te olvides de quién quieres aparentar, y de verdad seas quien eres.

lunes, 11 de enero de 2016

Enfocando la mirada



Participar de una historia es muy diferente a vivir una historia. Cada una de las personas que hemos puesto nuestros pies en esta tierra tan variopinta somos una historia tan vital que es insustituible. Vivir no es cualquier cosa, en realidad es algo que no tiene precio. Me ha costado mucho descubrir esto, hay demasiadas vidas con traumas e infecciones, demasiados pesares sobre los que llorar y demasiados interrogantes abiertos. Es difícil descubrir que lo que hay son miradas desenfocadas, y elefantes contenidos con una simple estaca de madera. Nos atamos a necesidades que no lo son, nos encerramos en nosotros mismos y nos creamos el miedo a la oscuridad, intentamos abrir alguna ventana y su luz duele tanto que gritamos de rabia. Somos pequeñas cárceles esclavas de la propia monotonía, de la propia mirada empañada.

Y es que en la vida ningún escalón es un muro. Cada persona se puede enfrentar a las situaciones que se le presentan, porque es ahí donde encuentra lo esencial, donde caen todas las máscaras. Es como si estuviésemos protegidos por barandillas, somos libres porque siempre tenemos la posibilidad de escoger la opción más humana, más limpia. Esto es lo que nos sumerge en La Gran Historia, poder encarrilarla hacia su máxima perfección a partir de nuestra delicadeza, de nuestra constancia y de nuestras ganas de mejorar el mundo.

La manera de hacer esto puede ser simplemente vivir lo cotidiano. Vivirlo, no arrastrarlo. Solo así se puede entender lo extraordinario, porque lo extraordinario no es solo lo que está fuera de la rutina. Sino también lo que muestra la rutina desde un sentido nuevo, completo. 

Desde esta mirada todas las cosas se hacen nuevas. Los actos tienen un nuevo punto de vista, como mirados desde encima de una mesa, un sentido ya no solo desde la propia historia, sino también y sobretodo desde La Gran Historia.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

3. Des-orientado

Cada vez soy más consciente de que la palabra descanso no es sinónima de vaguería. A veces es necesario pararse y descansar, porque la verdad es que no soy invencible. Es irónico. El ser consciente de mi debilidad puede que sea mi mayor virtud... lo que no entiendo es porqué me ha tocado a mí pasar por este trance, ¿será porque me atreví a subir a la canoa? yo solo quería ayudar un poco, pero la verdad es que aquí, perdido, me siento hasta inútil. Ya no puedo pensar en los demás y por eso mismo estoy obligado a pensar en mi mismo. Todas las excusas han caído, ya no puedo esquivar mis preguntas y me estoy dando cuenta de que no solo estoy perdido entre estos árboles...

Hemos encontrado una especie de sendero, no tengo ni idea de donde lleva. Parece muy abandonado. Intentaré seguirlo. Es una pequeña referencia de algo, supongo. Mejor ir por donde ha ido alguien alguna vez que no caminar totalmente a ciegas, ¿no? En realidad no tengo ni idea de lo que debo hacer.

Popotnik

domingo, 6 de diciembre de 2015

2. Mirando el gran bosque

Ayer nos encontramos con un pez muy grande. Con ese coletazo casi perdimos el control de la canoa, si a eso le añadimos que se acercaban unos rápidos... es normal que ahora ya no tengamos otra salida de aquí que la de nuestras propias piernas. No nos hemos hecho daño, eso se lo debo a Alberto. Vaya pericia con el remo. No me lo esperaba y se lo agradezco muchísimo. ¡Vaya susto!

Nos dirigiremos hacia el este a ver si podemos encontrar algún poblado. uff, ¡qué fácil es decirlo! Espero que sobre la marcha seamos capaces de superar nuestras dificultades... de momento la primera es tener que abandonar el río. Puede que sea nuestro primer error, no lo se... peor sería luchar contra las zarzas sin ir a ninguna parte ¿no? (para qué pregunto...)

El bosque me impone mucho. Hay demasiados ruidos que desconozco, no me gustaría estar ahí más de 20 minutos aunque es mejor no retrasarlo. La verdad, no quiero tener miedo a tener miedo, así que voy a empezará mi propia historia de supervivencia. Pase lo que pase... por desgracia o por fortuna veo muy claro que la única manera de salir de aquí es avanzar. 

Popotnik

miércoles, 25 de noviembre de 2015

El pequeño protagonista

A veces lo inmenso es tan inalcanzable que nos rendimos sin siquiera tratar de mirarlo. Hablar de la Gran Historia es ciertamente hablar de la inmensidad. Es muy fácil decir "entonces es como hablar de nada". Cierto. Espero que no sea el caso.

Para evitar divagaciones involuntarias, voy a divagar adrede. Creo que hay una manera de ver esta Gran Historia reducida a 24 horas, o mejor, a 16. Una historia que empieza al abrir los ojos y que al cerrarlos ha dado un paso de gigante. Hablo del día a día. Hay muchas maneras de ver la historia universal, se puede ver como cadena de sucesos, como conjunto de azares, como acciones y consecuencias o como un mundo que se conoce a sí mismo. Ocurre lo mismo en el día concreto. Puedo vivirlo de manera pasiva, enfrentándome a lo que me viene de la mejor manera o bien puedo lanzarme al vacío, con los ojos abiertos y la boca cerrada. Verlo como La Gran Historia que empieza y que continúa en mi. Darme cuenta que soy el gran protagonista de un fragmento insignificante de la Gran Historia.

Los protagonistas siempre tienen sus privilegios. En los libros suelen ser los únicos con derecho a estar cansados, a enfadarse, a tener pesadillas o bien a disfrutar de una golosina. Todos los protagonistas tienen una identidad única, perfilada, nunca son uno más. De ahí que me atreva a decir que esta Gran Historia, por muy inmensa que sea, no sabe reducir a ninguno de sus protagonistas a un pequeño y desconocido actor secundario. De ahí que sea "La Gran Historia" y no "mi propia historia". No soy protagonista porque yo destaque en ella, soy protagonista porque esta historia es para mí. Somos protagonistas porque sin nosotros, La Gran Historia, no tendría ningún motivo para ser Historia.

martes, 17 de noviembre de 2015

1. Hora de dormir

Hemos decidido descansar de esta canoa, estamos en una pequeña playa del río. Una playa refugiada del mundo gracias a un pequeño acantilado que la abraza. Veo cómo Alberto enciende la hoguera, me parece bien. En algún momento tendremos que dormir, qué mejor que un fuego para protegernos. La oscuridad nos encontrará igualmente así que mejor no tomar precauciones inútiles y pensar en lo práctico. Nos defenderemos del frío con calor y de la noche con luz. Nuestro mayor miedo serán los lobos.

La verdad es que no huimos de nada, solo que la corriente nos ha llevado demasiado lejos, a un lugar que no teníamos planeado. Por eso hemos decidido descansar aquí , creo que mañana podremos ver las cosas más claras. Y tomar una decisión. No creo que podamos ir río arriba, pero puede que nos aparezca una solución, quién sabe. Ahora no es el momento de pensar en eso...

Recuerdo que mi primo me dijo una vez "age quod agis", "haz lo que estás haciendo". una de esas máximas que parecen sanas pero que son inalcanzables. La verdad es que me cuesta dejar de pensar en qué sucederá mañana o esta noche, qué pasará cuando no tenga comida o cuando no sepa ni qué hora es. Aunque tiene razón en lo de que pensar en eso ahora, cuando debería dormir, no me va a ayudar. Así que voy a cerrar estas líneas, comeré algo y me tumbaré. Sé que lo necesito, aunque no me lo creo mucho... 


Si encuentras este texto levanta la vista y disfruta del paisaje, ahora no veo mucho pero estoy convencido de que vale la pena.

Popotnik.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Sobre las energías



Hacer zapping en la radio es uno de los actos más comunes del ser humano asentado. Anteayer, siguiendo esta costumbre, escuché una palabra disonante en una emisora, "el mal".. miré bien qué canal tenía y no, no era radio María. No sé qué frecuencia era, ni me importa. Me importa comentarlo.

El locutor, o más bien el entrevistado, empezó hablando de "fuerzas del mal" y "fuerzas del bien" presentes en la vida de cada uno. Veía en las fuerzas del mal a los demonios, quienes se aprovechan del hombre débil para utilizarlo e incitarle al mal. En las fuerzas del bien había ángeles, presentes siempre en el mundo pero incapaces de actuar por el hombre si el hombre no requería su ayuda.

Mi curiosidad no me dejaba tranquilo, quise escucharlo todo. ¿Hasta dónde llegaría la exposición? luego empezaron a entrar las energías. Las fuerzas del mal eran "energías negativas estiradas desde los demonios", las positivas lo inverso. "Lo importante es ser una persona equilibrada", "así se evita el estado de debilidad". Para ello "hay que meditar, orar" y otra cosa que no recuerdo.

Lo que me llama la atención de esto no es que se crea en ángeles o en demonios, yo también creo que existen, incluso que están presentes en nuestro mundo, no me sorprende el hecho de que éstos actúen en la vida del hombre, no. Lo que me llama la atención es que toda esa teoría no se pregunte nada a sí misma. No se pregunte cual es la finalidad de esos demonios que intentan llevar al hombre al mal, a la angustia. ¿A santo de qué les interesa el hombre? y por el contrario los ángeles ¿porqué otorgan "estados de gracia"? 

Me da la sensación de que es un mundo estancado en el mundo. Desde el que no importa mencionar a Dios, ni siquiera es necesario cuestionarlo, porque todo se explica desde su propio pié, y esa explicación tranquiliza, acalla. Un mundo que asume parte de lo que ha descubierto desde la Iglesia, pero que se aleja de ella a toda costa. La disfraza y la diluye en su día a día. Al final lo que queda son equilibrios, ángeles y energías negativas. Queda un mar vacío, un universo descompuesto en conocimientos realmente desconocidos, o más bien un pequeño hombre que se cree grande.


A veces la verdad está tan cerca que al asomarnos y buscar en ella perdemos nuestro propio protagonismo, eso, por supuesto, no nos interesa.

jueves, 22 de octubre de 2015

Claro de Luna



Se dice que cuando falta la luna aún llega un poco de luz gracias al claro de venus o bien a alguna estrella que se deja conocer desde aquí. Mientras la tierra sea tierra nunca podremos estar del todo a oscuras, por lo menos involuntariamente.

La luz mas significativa nos llega de día, por la noche nos llega la menos esperada. Ese sol que no puede olvidarse de nosotros, ni siquiera cuando dormimos, da que pensar. Es esta luna el reflejo de aquello luminoso, gracias a esta luz hemos podido conocer cada uno de sus cráteres, de sus llanuras y desiertos. Mejor aún, gracias a su órbita a nuestro planeta hemos podido descubrir nuestro mundo desde otra visión, buhos y lechuzas o murciélagos. Una luz que no apaga la vida. La mantiene despierta.

Cuentan que Beethoven compuso su claro de luna para mostrarle la luna a una persona ciega. Puede que la única manera de hacerle intuir cómo es, sea desde la poesía o la música. Desde el arte. El arte tiene esa cualidad de hacer humano aquello que es simplemente masa. Somos capaces de ver siempre un poco más allá. Donde hay materia vemos formas, y donde hay formas vemos armonía. La belleza que va más allá de lo científico. Incluso vemos belleza en los colores o en los sonidos, ¿qué mejor manera de describir la luna que desde una canción?

El claro de luna, es una pequeña luz; luz tenue y brillante capaz de evitar golpes ocasionales, tropiezos involuntarios o de distinguir un rostro. Es una luz que nunca nos deja de orientar, que está y sigue. La Gran Historia me parece que sigue un poco este sendero. Un camino de maestros y discípulos, de guías y barreras caídas, de cuerdas y telarañas. Un camino de libertad en el que ante la luz podemos o bien dejarnos deslumbrar o bien resguardarnos. Hagamos lo que hagamos, cuando salgamos fuera veremos caer nuestros minúsculos mundos para vivir el único universo. La auténtica realidad. Es desde allí donde podremos disfrutar de los claros de luna e incluso de las noches nubladas. Es allí donde ya no necesitaremos la luz cosechada, porque sabremos qué es realmente la luz. Es allí donde descubriremos, incluso en la noche más oscura, que la belleza nos está esperando.