miércoles, 16 de diciembre de 2015

3. Des-orientado

Cada vez soy más consciente de que la palabra descanso no es sinónima de vaguería. A veces es necesario pararse y descansar, porque la verdad es que no soy invencible. Es irónico. El ser consciente de mi debilidad puede que sea mi mayor virtud... lo que no entiendo es porqué me ha tocado a mí pasar por este trance, ¿será porque me atreví a subir a la canoa? yo solo quería ayudar un poco, pero la verdad es que aquí, perdido, me siento hasta inútil. Ya no puedo pensar en los demás y por eso mismo estoy obligado a pensar en mi mismo. Todas las excusas han caído, ya no puedo esquivar mis preguntas y me estoy dando cuenta de que no solo estoy perdido entre estos árboles...

Hemos encontrado una especie de sendero, no tengo ni idea de donde lleva. Parece muy abandonado. Intentaré seguirlo. Es una pequeña referencia de algo, supongo. Mejor ir por donde ha ido alguien alguna vez que no caminar totalmente a ciegas, ¿no? En realidad no tengo ni idea de lo que debo hacer.

Popotnik

domingo, 6 de diciembre de 2015

2. Mirando el gran bosque

Ayer nos encontramos con un pez muy grande. Con ese coletazo casi perdimos el control de la canoa, si a eso le añadimos que se acercaban unos rápidos... es normal que ahora ya no tengamos otra salida de aquí que la de nuestras propias piernas. No nos hemos hecho daño, eso se lo debo a Alberto. Vaya pericia con el remo. No me lo esperaba y se lo agradezco muchísimo. ¡Vaya susto!

Nos dirigiremos hacia el este a ver si podemos encontrar algún poblado. uff, ¡qué fácil es decirlo! Espero que sobre la marcha seamos capaces de superar nuestras dificultades... de momento la primera es tener que abandonar el río. Puede que sea nuestro primer error, no lo se... peor sería luchar contra las zarzas sin ir a ninguna parte ¿no? (para qué pregunto...)

El bosque me impone mucho. Hay demasiados ruidos que desconozco, no me gustaría estar ahí más de 20 minutos aunque es mejor no retrasarlo. La verdad, no quiero tener miedo a tener miedo, así que voy a empezará mi propia historia de supervivencia. Pase lo que pase... por desgracia o por fortuna veo muy claro que la única manera de salir de aquí es avanzar. 

Popotnik

miércoles, 25 de noviembre de 2015

El pequeño protagonista

A veces lo inmenso es tan inalcanzable que nos rendimos sin siquiera tratar de mirarlo. Hablar de la Gran Historia es ciertamente hablar de la inmensidad. Es muy fácil decir "entonces es como hablar de nada". Cierto. Espero que no sea el caso.

Para evitar divagaciones involuntarias, voy a divagar adrede. Creo que hay una manera de ver esta Gran Historia reducida a 24 horas, o mejor, a 16. Una historia que empieza al abrir los ojos y que al cerrarlos ha dado un paso de gigante. Hablo del día a día. Hay muchas maneras de ver la historia universal, se puede ver como cadena de sucesos, como conjunto de azares, como acciones y consecuencias o como un mundo que se conoce a sí mismo. Ocurre lo mismo en el día concreto. Puedo vivirlo de manera pasiva, enfrentándome a lo que me viene de la mejor manera o bien puedo lanzarme al vacío, con los ojos abiertos y la boca cerrada. Verlo como La Gran Historia que empieza y que continúa en mi. Darme cuenta que soy el gran protagonista de un fragmento insignificante de la Gran Historia.

Los protagonistas siempre tienen sus privilegios. En los libros suelen ser los únicos con derecho a estar cansados, a enfadarse, a tener pesadillas o bien a disfrutar de una golosina. Todos los protagonistas tienen una identidad única, perfilada, nunca son uno más. De ahí que me atreva a decir que esta Gran Historia, por muy inmensa que sea, no sabe reducir a ninguno de sus protagonistas a un pequeño y desconocido actor secundario. De ahí que sea "La Gran Historia" y no "mi propia historia". No soy protagonista porque yo destaque en ella, soy protagonista porque esta historia es para mí. Somos protagonistas porque sin nosotros, La Gran Historia, no tendría ningún motivo para ser Historia.

martes, 17 de noviembre de 2015

1. Hora de dormir

Hemos decidido descansar de esta canoa, estamos en una pequeña playa del río. Una playa refugiada del mundo gracias a un pequeño acantilado que la abraza. Veo cómo Alberto enciende la hoguera, me parece bien. En algún momento tendremos que dormir, qué mejor que un fuego para protegernos. La oscuridad nos encontrará igualmente así que mejor no tomar precauciones inútiles y pensar en lo práctico. Nos defenderemos del frío con calor y de la noche con luz. Nuestro mayor miedo serán los lobos.

La verdad es que no huimos de nada, solo que la corriente nos ha llevado demasiado lejos, a un lugar que no teníamos planeado. Por eso hemos decidido descansar aquí , creo que mañana podremos ver las cosas más claras. Y tomar una decisión. No creo que podamos ir río arriba, pero puede que nos aparezca una solución, quién sabe. Ahora no es el momento de pensar en eso...

Recuerdo que mi primo me dijo una vez "age quod agis", "haz lo que estás haciendo". una de esas máximas que parecen sanas pero que son inalcanzables. La verdad es que me cuesta dejar de pensar en qué sucederá mañana o esta noche, qué pasará cuando no tenga comida o cuando no sepa ni qué hora es. Aunque tiene razón en lo de que pensar en eso ahora, cuando debería dormir, no me va a ayudar. Así que voy a cerrar estas líneas, comeré algo y me tumbaré. Sé que lo necesito, aunque no me lo creo mucho... 


Si encuentras este texto levanta la vista y disfruta del paisaje, ahora no veo mucho pero estoy convencido de que vale la pena.

Popotnik.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Sobre las energías



Hacer zapping en la radio es uno de los actos más comunes del ser humano asentado. Anteayer, siguiendo esta costumbre, escuché una palabra disonante en una emisora, "el mal".. miré bien qué canal tenía y no, no era radio María. No sé qué frecuencia era, ni me importa. Me importa comentarlo.

El locutor, o más bien el entrevistado, empezó hablando de "fuerzas del mal" y "fuerzas del bien" presentes en la vida de cada uno. Veía en las fuerzas del mal a los demonios, quienes se aprovechan del hombre débil para utilizarlo e incitarle al mal. En las fuerzas del bien había ángeles, presentes siempre en el mundo pero incapaces de actuar por el hombre si el hombre no requería su ayuda.

Mi curiosidad no me dejaba tranquilo, quise escucharlo todo. ¿Hasta dónde llegaría la exposición? luego empezaron a entrar las energías. Las fuerzas del mal eran "energías negativas estiradas desde los demonios", las positivas lo inverso. "Lo importante es ser una persona equilibrada", "así se evita el estado de debilidad". Para ello "hay que meditar, orar" y otra cosa que no recuerdo.

Lo que me llama la atención de esto no es que se crea en ángeles o en demonios, yo también creo que existen, incluso que están presentes en nuestro mundo, no me sorprende el hecho de que éstos actúen en la vida del hombre, no. Lo que me llama la atención es que toda esa teoría no se pregunte nada a sí misma. No se pregunte cual es la finalidad de esos demonios que intentan llevar al hombre al mal, a la angustia. ¿A santo de qué les interesa el hombre? y por el contrario los ángeles ¿porqué otorgan "estados de gracia"? 

Me da la sensación de que es un mundo estancado en el mundo. Desde el que no importa mencionar a Dios, ni siquiera es necesario cuestionarlo, porque todo se explica desde su propio pié, y esa explicación tranquiliza, acalla. Un mundo que asume parte de lo que ha descubierto desde la Iglesia, pero que se aleja de ella a toda costa. La disfraza y la diluye en su día a día. Al final lo que queda son equilibrios, ángeles y energías negativas. Queda un mar vacío, un universo descompuesto en conocimientos realmente desconocidos, o más bien un pequeño hombre que se cree grande.


A veces la verdad está tan cerca que al asomarnos y buscar en ella perdemos nuestro propio protagonismo, eso, por supuesto, no nos interesa.

jueves, 22 de octubre de 2015

Claro de Luna



Se dice que cuando falta la luna aún llega un poco de luz gracias al claro de venus o bien a alguna estrella que se deja conocer desde aquí. Mientras la tierra sea tierra nunca podremos estar del todo a oscuras, por lo menos involuntariamente.

La luz mas significativa nos llega de día, por la noche nos llega la menos esperada. Ese sol que no puede olvidarse de nosotros, ni siquiera cuando dormimos, da que pensar. Es esta luna el reflejo de aquello luminoso, gracias a esta luz hemos podido conocer cada uno de sus cráteres, de sus llanuras y desiertos. Mejor aún, gracias a su órbita a nuestro planeta hemos podido descubrir nuestro mundo desde otra visión, buhos y lechuzas o murciélagos. Una luz que no apaga la vida. La mantiene despierta.

Cuentan que Beethoven compuso su claro de luna para mostrarle la luna a una persona ciega. Puede que la única manera de hacerle intuir cómo es, sea desde la poesía o la música. Desde el arte. El arte tiene esa cualidad de hacer humano aquello que es simplemente masa. Somos capaces de ver siempre un poco más allá. Donde hay materia vemos formas, y donde hay formas vemos armonía. La belleza que va más allá de lo científico. Incluso vemos belleza en los colores o en los sonidos, ¿qué mejor manera de describir la luna que desde una canción?

El claro de luna, es una pequeña luz; luz tenue y brillante capaz de evitar golpes ocasionales, tropiezos involuntarios o de distinguir un rostro. Es una luz que nunca nos deja de orientar, que está y sigue. La Gran Historia me parece que sigue un poco este sendero. Un camino de maestros y discípulos, de guías y barreras caídas, de cuerdas y telarañas. Un camino de libertad en el que ante la luz podemos o bien dejarnos deslumbrar o bien resguardarnos. Hagamos lo que hagamos, cuando salgamos fuera veremos caer nuestros minúsculos mundos para vivir el único universo. La auténtica realidad. Es desde allí donde podremos disfrutar de los claros de luna e incluso de las noches nubladas. Es allí donde ya no necesitaremos la luz cosechada, porque sabremos qué es realmente la luz. Es allí donde descubriremos, incluso en la noche más oscura, que la belleza nos está esperando.

jueves, 8 de octubre de 2015

¿Solo pienso en mi?



https://open.spotify.com/track/1uuGY45BOVS2tNF6u6FNv7

A veces me da por abstraerme hasta donde puedo, desenfocar mi vista e intentar mirar. Cuando lo hago me veo a mi mismo como el ratón atascado en la rueda, siempre la misma. Considero algo como urgente cuando no es ni siquiera accesorio. Ahora me veo varado ante un ordenador intentando escribir... Y me viene la pregunta que este blog me sugiere ¿cómo participo en la Gran Historia?

Algunos dirían que la respuesta a esta pregunta sería el clásico "Carpe Diem". El  segundo que pasa y desaparece, los momentos únicos e irrepetibles en los que podemos disfrutar al máximo, no dejar al tiempo perderse entre las agujas del reloj... Esta visión del Carpe Diem me parece peligrosa. ¿de qué sirve aprovechar el momento si solo me voy a encerrar más en mi mismo? En el momento en el que enfoco mi vida en conseguir experiencias, es muy fácil enterrar mi historia, olvidarme de que no estoy solo en este mundo. Acabaría cantando "Solo pienso en mi, solo pienso en mi..." y al final ni siquiera me daría cuenta de que he convertido a los demás en simples herramientas para mi felicidad.

No es este mi punto de vista. Mi Carpe Diem sería más bien un vivir fuera de mi, un vivir para que mi vida fuese vida vivida. La mejor manera de vivir la vida es amando. Me viene al recuerdo ese pequeño consejo de San Agustín

Ama y haz lo que quieras.
Si callas, callarás con amor; 
si gritas, gritarás con amor; 
si corriges, corregirás con amor; 
si perdonas, perdonarás con amor. 
Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos"



Este amor no es de jipis, puede que sea de locos porque exige soportar palos y lanzas, exige estar dispuesto a amar a aquel que nos odia. Es un auténtico reto. Pero desde luego que el que viva desde este amor, es imposible que su vida no sea una vida plena. Por esto antes que decir Carpe Diem me gusta más decir "ama y vive" porque el amor no sabe olvidarse ni de los demás ni de uno mismo. Solo desde este amor somos libres.

viernes, 2 de octubre de 2015

La canción de Aslan



Si existe la canción perfecta, una que fascine a cualquier crítico o a cualquier pasota, una que hasta quién no puede oírla quede hipnotizado, esa canción debe ser la que cantó Aslan en el libro de C.S Lewis de Las crónicas de Narnia en el tomo de El sobrino del mago.

En este pequeño libro Lewis cuenta el inicio de su pequeño universo. Cuenta como el gran león empieza a cantar y desde él todos los planetas, las estrellas, los elementos, los animales, todo... Aparece. Esta canción no debe ser una simple canción, o por lo menos lo que entendemos por canción. Creo más bien que se trata del arte perfecto, aquel en el que no hay nada por azar, hasta un punto de concreción tal que se vuelve incomprensible, "azaroso". Una canción que es vida. Es el león mismo expresándose a sí mismo, una canción perfecta.

Es una canción de amor. Nos muestra el amor real, sin maquillajes ni superficialidades. Del amor rebosante desde el que fluye la vida. Amor sin azúcares añadidos ni ácidos decolorantes, amor que carece de egoísmos o de segundas intenciones. 

Lewis vio su pequeño mundo como el resultado de esa "canción". Yo quiero llevar esa metáfora a mi mundo y descubrir así lo que creo que es mi primer paso hacia la conquista de La Gran Historia. Los ecos de la creación todavía resuenan en la belleza de la naturaleza (toda ella). Lo diré de otra manera, hay orden en el khaos. La Gran Historia por tanto no puede ser algo terrible ni dramático en sí, debe ser algo esperado desde el principio, algo que todavía está en proceso y sobre lo que no se ha escrito el final. Me parece que se forja mientras vivimos y que nos corresponde a nosotros cumplir nuestra parte, cada uno la suya. Puede que sea una canción, en la que nuestras voces que desafinan preparen la escena para el acorde perfecto, que sean la tensión que da la señal del reposo. O quién sabe, a lo mejor si nos escuchamos desde la Gran Historia todo tiene sentido.

jueves, 1 de octubre de 2015

Presentación: La Gran Historia


El Anduin es un río del mundo del Señor de los anillos, los hobbits lo conocen por el "Río Grande" y qué nombre tan acertado. Este río cruza gran parte de la tierra media. Alrededor de él Tolkien ha contado muchas historias. Sus valles han conocido elfos, enanos, humanos... Han visto pasar la historia y guardan su recuerdo en los distintos lugares por los que zigzaguea.

La historia no la inventa un hombre, le pertenece. El hombre la recuerda y la reconoce, la comunica. La Gran Historia es algo más concreto, puede que más general o más específico según se mire. Mi propósito en este blog es profundizar, a partir de anécdotas, reflexiones, cuentos, canciones (¿porqué no?) cuál es ésta Gran Historia.

Desde aquí doy la bienvenida al que quiera acercarse y comentar o simplemente al que mire desde lejos. ¡Bienvenidos!

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